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lunes, 31 de octubre de 2016

Día 5: Dos consejos para tener relaciones sanas. #40 días de oración



Por eso, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo, porque somos miembros los unos de los otros.
Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo.
Efesios 4:25-27


El apóstol Pablo se dirigió a los miembros de la iglesia en Éfeso, para hablarles de la importancia de ser sinceros con los demás y solucionar los conflictos con prontitud para no dar lugar al diablo y pecar.


Estos dos consejos fueron dados en el contexto de las relaciones con los demás miembros del cuerpo de Cristo, es decir la iglesia, pero son consejos que podemos aplicar en todas nuestras relaciones.


Por eso, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo, Hoy en día, vivimos en un contexto cultural en el que los valores como la sinceridad han sido dejados de lado, cada vez más hijos de Dios nos dejamos envolver  por las apariencias, y las redes sociales nos permiten fomentar esta cultura.


Le vendemos al mundo una imagen prefabricada de nosotras mismas, queremos que todos vean nuestro mejor lado, aunque ese lado no describa a cabalidad como realmente somos. Pero el mundo real no es como pinterest.


Pablo reconocía la importancia de la sinceridad y se los dijo a los efesios: “Hablad verdad”, ¿por qué es tan importante hablar con sinceridad?  Porque somos miembros los unos de los otros. Somos seres relacionales, necesitamos de otros, aunque muchas de nosotras no lo queramos admitir, fuimos creadas con la necesidad de relacionarnos con él y con otras personas.


¿Cuántos problemas nos evitaríamos si practicáramos realmente el valor de la sinceridad? Dejaríamos de inventar excusas para todo, ¿No sería mejor hablar con la verdad y dejar de utilizar la “mentira cortés”? Si esa verdad molesta o incomoda Pablo también aconseja sobre lo que debemos hacer: Airaos, pero no pequéis


El apóstol Pablo nos enseña que está bien enojarse, es una emoción completamente natural, lo que no está bien es  dejar que nuestro  enojo nos lleve a pecar.

Las personas que  se dejan llevar por su enojo muestran una inteligencia emocional muy pobre, la Asociación Americana de Psicología, dice que cuando  nos enojamos nuestra frecuencia cardíaca y presión arterial se elevan y lo mismo sucede con nuestro  nivel de hormonas de energía, adrenalina y noradrenalina. Por lo que acumular enojo o ira por mucho tiempo es malo para nuestra salud.


Una persona que se deja llevar por su ira dice y hace cosas de las cuales después se arrepiente, no hay nada peor para las relaciones que dejar que nuestras emociones controlen nuestra forma de pensar y actuar.


Vivo en un país en el que la violencia está a flor de piel, muchos de los crímenes que se cometen contra mujeres es por violencia doméstica, niños que crecen en entornos en que la ira y el enojo se expresa sin control, en hogares donde es evidente la ausencia de Dios, se convierten en hombres  violentos, tristemente muchos de estos niños provienen de hogares donde sus padres “dicen conocer a Dios” o asisten a alguna iglesia.


No se ponga el sol sobre vuestro enojo. Es decir, no permitan que los pleitos o discusiones duren hasta el siguiente día, ya sea en tu hogar, en tu trabajo, la iglesia o tu centro de estudios, si te has discutido con alguien o te has disgustado y la otra persona ni siquiera notó que tú te enfadaste, igualmente no dejes que el tiempo transcurra sin arreglarlo, muchas amistades se terminan por no tener la madurez suficiente de enfrentar este tipo de situaciones, un disgusto no resuelto es como la semilla de la mala hierba que germina y crece, si no es arrancada con prontitud, contamina todo el campo y hecha a perder la cosecha, matrimonios han fracasado por no saber manejar este tipo de situaciones,  el enojo de una persona puede ser tan nocivo que ocasione incluso la división en el Cuerpo de Cristo por eso Pablo termina ni deis lugar al diablo. Que a fin de cuentas es quien sale beneficiado cuando no aprendemos a manejar emociones como el enojo y dejamos que afecte la manera en cómo nos relacionamos con los demás.


Nuestra oración hoy debe ser: Señor ayúdame tener relaciones saludables, a hablar siempre la verdad, a ser sincera con los demás, si me enojo, que pueda controlar mis emociones, si alguien se disgusta con migo por mi sinceridad que pueda arreglar las cosas antes que termine el día. Que el mundo te mire a través de la forma en que me relaciono con los demás”

 #40 días de oración, #relaciones sanas

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